
En abril de este año, la Clínica Mayo dio a conocer un estudio que indica que de los pacientes que solicitan una segunda opinión en esa clínica, un 88% sale de la consulta con un diagnóstico nuevo o más preciso que el anterior.
Usualmente, estos pacientes son referidos por un médico a otro especialista en busca de confirmación del diagnóstico inicial. Pero otras veces son las personas quienes recurren por iniciativa propia a una segunda opinión, sobre todo cuando se trata de una enfermedad grave, crónica o que puede ser fatal. Si bien esto aumenta el costo del diagnóstico, el estudio señala que puede hacer una gran diferencia en la efectividad del tratamiento.
Otros estudios sobre este tema arrojan resultados similares. Uno realizado por Advance Medical en 2015 asegura que un 60% de los pacientes que buscó una segunda opinión terminó con un tratamiento distinto al inicial debido a un mejor diagnóstico. En algunas provincias de España, por ejemplo, esta opción está garantizada por ley.
Cuándo pedir una segunda opinión
Es importante que hables con tu médico con confianza y abiertamente respecto a tu intención de pedir que otro especialista evalúe tu caso. Incluso, él te puede derivar a un especialista que considere más adecuado en base a los resultados de tus exámenes. Para Francisco Jarufe, médico y neurocirujano de la Universidad de Chile, “es frecuente que los pacientes acudan a segundas opiniones y la relación de esto me parece que es proporcional a la complejidad de la patología y a la magnitud de la solución planteada en primera instancia”.
Asimismo, el especialista señala que “muchas veces la segunda opinión es igual a la primera y eso igualmente puede ser útil, ya que da más tranquilidad a los pacientes y a los médicos respecto a sus decisiones”.
Tal como en otros países, en Chile no es inusual que los hospitales y clínicas cuenten con comités formados por profesionales de la salud de distintas especialidades, con el fin de entregar un diagnóstico más certero en casos complejos.
En busca del mejor tratamiento
A medida que pasan los años, el conocimiento y la tecnología aumentan. Y la medicina no es indiferente a esta tendencia, por lo que es común que los médicos cada vez se especialicen en ámbitos reducidos o particulares del ejercicio profesional.
En este sentido, Francisco Jarufe explica que “es difícil que uno pueda manejar todas las patologías y sus variaciones, por lo que surgen las subespecialidades y profesionales que se encargan con mayor profundidad a determinados temas de salud. En este contexto, es una muy buena práctica derivar al especialista o subespecialista más calificado para cada paciente y enfermedad”.
Por ello, en general los profesionales médicos ven con buenos ojos que los pacientes acudan a ellos por una segunda opinión o que regresen a la consulta después de haber visto a otro médico buscando confirmación del diagnóstico inicial. Al respecto, Francisco Jarufe destaca que lo importante “es que, de no haber diferencias significativas entre las opiniones y no existiendo otras barreras que lo impidan, el paciente sea derivado al médico que lo vio originalmente indicándole que uno piensa que está en buenas manos”.
En definitiva, se trata de buscar el bienestar del paciente de acuerdo a las herramientas que tiene el médico. Es importante que los pacientes sepan que la posibilidad de buscar una segunda opinión es válida, ya sea para confirmar un diagnóstico o buscar una alternativa de tratamiento.